Bitcoin y Ethereum son las dos criptomonedas principales, por lo que suelen ser las que dan más de hablar sobre lo que respecta al futuro de las criptomonedas. Recientemente se ha dado a conocer la noticia de que los desarrolladores de ambas criptomonedas están trabajando en implementaciones que se encargan de hacer que sus algoritmos sean resistentes a la computación cuántica.
Esta noticia es muy importante debido a que, en teoría, la criptografía que utilizan las criptomonedas actualmente podría ser vulnerable ante la potencia que representa la computación cuántica. Pero los desarrolladores comentan que incluso con el sistema actual no todas las direcciones están en riesgo, pero las implementaciones buscarían eliminar cualquier probabilidad de riesgo.
Pieter Wuille, desarrollador de bitcoin, comenta que cerca de 5 millones de bitcoins serían vulnerables ante un ataque cuántico, esto gracias a que las direcciones públicas que están relacionadas a dónde están almacenadas son públicas, por lo que son vulnerables. Según la explicación que dio el desarrollador, la salida de red de bitcoin podría ser vulnerable en frente de la computación cuántica, incluso aunque se haya aplicado un hash de encriptación.
De esta forma, para evitar las vulnerabilidades, el núcleo de Bitcoin Core ya está trabajando en los cambios pertinentes que tienen que realizarse dentro de la firma de Bitcoin para poder implementar un esquema de firma de seguridad que en realidad pueda soportar la computación cuántica.
En cuanto a los cambios en Ethereum, la criptomoneda tiene un sistema que se encarga de fomentar la reutilización de las direcciones, el desarrollador Justin Drake comenta que la probabilidad de que la computación cuántica afecta a Etherum es aún mayor.
Es por eso que en el Ethereal Ethereum Summit se reveló el concepto de Ethereum 3.0, en la que se implementarán los sistemas adecuados para poder soportar cualquier amenaza ocasionada por la computación cuántica en dicha plataforma.
Por el momento todo el tema sigue en una fase inicial, puesto que es la primera vez que se confirma las vulnerabilidades en cuanto a la computación cuántica.