China y las monedas digitales

Luego de conocerse que, China podría convertirse en la nueva potencia en el mercado de las monedas digitales, se dio a conocer que, el Gobierno del país asiático planea acelerar la digitalización de su moneda de curso legal, el Renminbi.

Aunque esto promete un gran desarrollo de la nación, no podemos hacer a un lado, la extraña relación que han tenido China y las monedas digitales.

De hecho, recordemos que a mediados del año 2017, la cantidad de residentes en el país, que se encontraban llevando a cabo actividades de minado de bitcoin, era tan grande que el Gobierno decidió limitar un poco tales movimientos, con el objetivo de evitar que los usuarios y la nación en general, sufriera algún problema relacionado a la industria. 

Interés latente 

Aunque, China y las monedas digitales no se han llevado muy bien, esto no quiere decir que el gobierno no se muestre al menos un poco interesado en el desarrollo de la industria. A pesar de las leyes actuales las autoridades muestran un poco de interés hacia el tema de las criptomonedas y el poder que estas tienen dentro del sector financiero. 

Cabe mencionar que, el Gobierno se encuentra estudiando las rutas para lanzar su propia criptomoneda teniendo como origen la entidad Bancaria Central. Lo que nos indica que, la nación se encuentra creando sus propios rumbos. Se conoce que, el Banco Central, ha presentado más de 50 patentes en las que habla de una nueva criptomoneda.

Expertos afirman que, estas solicitudes se refieren a la integración de un nuevo sistema que funciona bajo el modo “digital” y que el mismo, seria integrado al sistema bancario existente. 

Pensando en el futuro

En estos momentos China y las monedas se encuentran en un “ambiente de preguntas y respuestas”. Mientras la industria crece cada vez más, China le sigue muy de cerca. 

Incluso es notorio cómo al Gobierno le gusta el rumbo que ha tomado la industria, aunque desde el punto de vista “legal” sea otra cara de la moneda, ya que, si bien la tecnología blockchain ha demostrado un gran potencial, su estilo de manejo “sin permisos” no es recomendable para ninguna nación.