Aquellos que ya tenemos unos cuantos años recordamos cómo eran antes los juegos. De pequeños todos teníamos un montón de juegos de mesa, como el Trivial o el Monopoly, por nombrar solo dos. Algunos juegos seguimos teniéndolos, claro, pero otros sencillamente han desaparecido en favor de las versiones virtuales.
Lo mismo podría decirse de juegos de cartas como el póquer o el blackjack. ¿Quién no ha montado alguna vez una timba en su casa, con amigos? Por desgracia, en tiempos de distanciamiento social esto no ha sido posible, al menos durante el último año y medio aproximadamente. Esto es un problema si nos gustan los juegos de casino… bueno, o lo era.
Y es que, gracias a la tecnología, podemos disfrutar de los casinos en vivo aunque no estemos allí. Bueno, nos corregimos: es casi como si estuviéramos allí. Tenemos un crupier en vivo que se dirige a nosotros, tenemos otros jugadores con los que, en muchas ocasiones, podemos interactuar… esto es algo que parecía impensable hace solo unos años, pero que a día de hoy se ha convertido en parte esencial de nuestras vidas. No hablamos del juego en sí, sino de poder hacer lo que nos dé la gana a través de un pequeño dispositivo que nos cabe en el bolsillo.
Por ejemplo, antes, si queríamos jugar a Monopoly, necesitábamos montar el tablero, contar el dinero, repartirlo, elegir la banca y… bueno, tener a alguien con quien jugar. Además, este solía ser un juego bastante largo, cuya duración podía ser de varias horas si había muchos jugadores. Sin embargo, con las versiones digitales de Monopoly podemos jugar contra la máquina o con personas que pueden, perfectamente, estar al otro lado del mundo. Incluso hay casinos en directo que cuentan con una versión de Monopoly que podremos jugar para intentar obtener grandes premios.
Podemos ver que ha llovido mucho desde los inicios de internet. Puede que hace 20 años ya existiera, pero no era común en muchos hogares. Además, los dispositivos de aquella época no es que permitieran aprovechar mucho las características de la red. Sin embargo, a día de hoy, con las redes 5G, las conexiones en el hogar que, en muchos casos, ya superan los 1000 Mbps y unos teléfonos móviles que son más potentes que muchos ordenadores, tenemos que muchas cosas que antes hacíamos “en persona” ahora prefiramos hacerlas utilizando nuestros dispositivos.
Algunos argumentarán que se está perdiendo el aspecto social del juego. Podemos estar de acuerdo en que no todo lo que ha traído la tecnología es positivo, así que nosotros estamos a favor de contar con un poco de variedad. La tecnología nunca sustituirá al calor humano ni a estar físicamente con otras personas, pero puede ser de gran utilidad. Hace un tiempo de perros ahí fuera y te apetece echar una mano al póquer o apostar al partido de tu equipo… gracias a los avances, ahora podemos hacerlo, sin importar si afuera llueva, truena o nieva.