Invertir en criptomonedas no tiene ningún secreto. Puede ser tan fácil como ir al supermercado a comprar leche y cereal. La mayoría de criptos (por no decir todas) se pueden comprar con una tarjeta de crédito en una plataforma de intercambio de cripto.
Pero es fundamental que no te lances a comprar criptomonedas sin antes tener en cuenta los puntos que te vamos a enumerar enseguida. Al fin y al cabo, estamos hablando de una inversión con tu dinero, y si no lo haces de manera consciente, puedes acabar perdiendo tus ingresos.
¿Porque invertir en criptomonedas?
Debes tener claro el motivo de tu inversión (como en cualquier otro sector). Puedes hacerlo porque quieres proteger tus fondos de la caída del Dólar, porque eres un ferviente defensor de la visión social detrás de las criptos (monedas para todo el mundo), o porque te gusta (y además entiendes) la tecnología utilizada.
Lo importante es que no lo hagas porque “está de moda”, o porque te agarraron las ansias de comprar porque el Bitcoin está en una fase de apogeo. De hecho, lo peor que se puede hacer, es comprar una cripto cuando está en los más alto de su burbuja inflacionaria (En 2019 el Bitcoin bajó hasta los 3,500 dólares después de haber tocado los 17,000 dólares un periodo antes).
¡No solo existe el Bitcoin!
Hasta el 2016, Bitcoin era la criptomoneda por excelencia porque básicamente no existía otra. Pero desde el 2017, su parte del mercado bajo hasta un 40%. Esto se debe a que empezaron a salir nuevas criptos muy interesantes y sumado al hecho de que Bitcoin empezó a experimentar dificultados de desempeño debido a su incesante crecimiento.
En coinmarketcap puedes ver un listado completo de las criptomonedas en orden del valor total de los tokens disponibles de cada una. Es una herramienta muy útil para adentrarte en el mundo de las criptos
Investiga sobre la criptomoneda
Ahora empieza el verdadero trabajo.
Antes de soltar tu dinero por una criptomoneda, debes empezar por conocerla en detalle. Lo primero que debes hacer es leer el “whitepaper” que es la documentación técnica de un producto.
Debes tener conocimientos de esta moneda, por qué se creó, y cuál es su utilidad para el ecosistema. Y si te encuentras con un “whitepaper” mal escrito o mal presentado, es una señal de que a lo mejor el proyecto de criptomoneda no vale la pena, y es mejor que orientes tu inversión a otro lugar.
Lo siguiente en lo que te tienes que fijar es si la cripto busca resolver algún problema, como la privacidad o la escalabilidad que son dos temas recurrentes en el mundo de las criptomonedas hoy en día. Por ejemplo, Ethereum tuvo un gran crecimiento debido al valor que aportaba al ecosistema al proponer una plataforma en la cual crear apps descentralizadas.
Y finalmente otro punto que te puede decir mucho de una cripto es si ofrece tokens de calidad. Los tokens son activos que obtienes al comprar criptomonedas, y que pueden ser utilizados para muchas cosas, dependiendo de cada proyecto. Desde derechos de voto en el proyecto, hasta derecho de entrada a un sitio de streaming de videos, por ejemplo. Fijate en la calidad de los tokens, y en las características de este.
Comprar criptomonedas
Las páginas donde comprar criptos se llaman Exchanges. Una de las más populares es Binance. Haces una cuenta, verificas tu identidad por temas de seguridad, y añades dinero por vía de tarjeta de crédito u otros sistemas de pago. Así de simple.
Ahora que compraste criptos, tienes que saber dónde guardarlas. Y, en definitiva, lejos de la plataforma de Exchange. Hay un historial importante de hackeos en estas páginas, aunque unas son más seguras que otras, lo mejor es ir por una billetera de criptos, o “crypto wallet”.
Billetera caliente vs billetera fría
La diferencia entre una billetera caliente y una billetera fría se basa un poco en la toma de decisiones estratégicas de un juego de casino como la ruleta. En una, el riesgo de perder tus criptomonedas es más alto (aunque hay formas de protegerlas) y en la otra, se trabaja con menos riesgo.
La billetera caliente es como las fichas que tienes sobre la mesa, disponibles para apostar en cualquier momento. En el mundo cripto, son monedas que están en un dispositivo conectado a la red. Es fácil de acceder en cualquier momento, pero al estar conectadas todo el tiempo a la red, tienen más chances de ser hackeadas. Están bien para realizar pagos de forma ágil, pero si tienes mucho volumen, mejor pasar a una billetera fría.
Las billeteras frías son básicamente dispositivos de almacenaje al estilo de un USB, pero construidos para el mundo cripto. El riesgo es que la empresa que los haya hecho haya dejado una programación para luego llevarse las criptos (muy poco probable), o que simplemente pierdas la USB. Pero nunca utilices una “cold wallet” de segunda mano. Si tienen algún virus, es casi imposible de saberlo de antemano.