La diferencia entre tarjeta de crédito y débito es algo que muy pocas personas conocen, aunque ambas cumplen el mismo objetivo: sustituir al dinero físico. Lucen similares en cuanto a diseño, funcionan para cancelar servicios y son emitidas por entidades bancarias. Deberían ser lo mismo, ¿no es así?
La respuesta sencilla a esa pregunta es no. Pero las verdaderas razones son más profundas que eso. Cuando analizamos minuciosamente las características de las tarjetas, encontramos una serie de diferencias que valen la pena conocer. Sobre todo para discernir las ventajas y desventajas de cada una.
Si deseas conocer cuáles son y cómo influyen esas diferencias entre tarjeta de crédito y débito, te encuentras en el lugar correcto. Hemos decidido crear este artículo con el objetivo de nutrirte de información y evaluar con otra mentalidad el uso de ambos métodos de pago. ¿En serio te lo vas a perder?
¿Qué son las tarjetas de crédito y débito?
Tabla de contenidos
Antes de siquiera hablar sobre las diferencias entre tarjeta de crédito y débito, retrocedamos un poco y analicemos en qué consiste. Son instrumentos de pagos asociados a una cantidad de dinero en específico que sirven para cancelar servicios y comprar productos.
Tanto la tarjeta de crédito, como la de débito, poseen el mismo diseño: trozo de plástico en forma de pequeño rectángulo con una banda magnética, o chip magnético, conectado directamente a la información del titular. También almacenan datos personales, como nombre y documento de identidad.
Las tarjetas han sustituido, y de gran forma, al dinero en efectivo. Ofreciendo diversas ventajas como: compras al momento, directo (no requieren de cambio o devolución, sino que se paga con el monto justo), portabilidad a todas parte del mundo y seguridad. Aunado a que se puede cambiar el cupo en dólares de la tarjeta de crédito.
Diferencias entre tarjeta de débito y crédito
Habiendo contextualizado sobre qué son y cómo funcionan, es momento de dividir a las tarjetas de acuerdo a su desenvolvimiento como instrumentos de pago. Haremos un repaso detallado usando filtros que faciliten el entendimiento de cada una de las diferencias. Veamos cuáles son.
Disposición del dinero
En primer lugar hablemos de la disposición de dinero en la tarjeta de débito y crédito. Ya que es donde se encuentra la mayor, y más reconocible, diferencia entre ambos. Por un lado tenemos a la tarjeta de débito, cuya disposición de dinero se encuentra asociada a la cuenta bancaria del titular.
Es decir, si posees una cuenta de ahorro o corriente asociada a un banco, la tarjeta de débito es el instrumento que permite realizar cargos en diversos establecimientos, incluyendo plataformas digitales. Solo podrás gastar lo que tengas disponible en la cuenta.
Mientras que, por otro lado, la tarjeta de crédito es emitida por una entidad bancaria, pero no se encuentra asociada a una cuenta personal. Ella, como fenómeno independiente, tiene su propio límite de consumo. O, en otras palabras, viene asignado con un monto al que puedes acceder y gastar de acuerdo al límite establecido.
Si tu tarjeta de crédito tiene un monto asignado de 1.000 euros, entonces solo podrás comprar productos y contratar servicios que pertenezcan al rango de 1.000 euros. El cual se puede reponer cada vez que se consuma de forma personal para seguir utilizándola.
Usos de las tarjetas de crédito y débito
Tanto la tarjeta de débito, como la de crédito, son usadas para cancelar transacciones comerciales y financieras. Como comprar un atuendo en un establecimiento de ropa o cancelar la suscripción en una plataforma en línea. Aunque en un principio esta modalidad solo se podía con las de créditos, pero muchas empresas ya permiten el uso de las de débitos.
No hay muchas diferencias en este aspecto, en realidad. Sin embargo, existe una variación en la forma en que quedan registradas los cargos. Mientras que cada uso de la tarjeta de débito significa un cargo a la cuenta bancaria del titular, los cargos de la de crédito van directamente al monto del límite asignado y asociado a la tarjeta.
De hecho, desde ese criterio surge algo interesante. En las tarjetas de débito, una vez que te has consumido la totalidad del monto de la cuenta bancaria a nombre del titular, no puedes buscar otras alternativas de financiamiento. Mientras que, con la de crédito, es posible solicitar un financiamiento por una cantidad que luego tendrás que pagar mediante cuotas e intereses.
Intereses y comisiones de las tarjetas
La tarjeta de débito no suele acarrear comisiones o intereses por su uso. Lo máximo que te pueden descontar es por mantenimiento o cambio del mismo. Aunque eso es algo poco común y no todas las entidades bancarias suelen hacerlo. Lo que ayuda, y mucho, cuando te encuentras en una mala situación financiera.
Por otro lado, el uso de la tarjeta de crédito conlleva a una serie de pagos adicionales. Por eso es que lo tienes que ver como un tipo de financiamiento. Algunos, mensualmente, exigen un pago mínimo dependiendo de la cantidad deudora. Mientras que otras te cobran una comisión de acuerdo a los consumos que vayas realizando en un periodo determinado.
En este apartado aparece la figura de los cajeros automáticos, donde existen diferencias importantes. Si deseas retirar dinero físico desde un cajero automático, hay dos escenarios posibles. El primero es con la de débito, donde solo tienes que hacer los procedimientos rutinarios sin ningún cobro extra. Y el segundo es con la de crédito, donde si te cargan una comisión bastante alta donde en ocasiones alcanza los 20% del monto retirado.
Tarjeta de crédito vs Tarjeta de débito, ¿cuál es mejor?
La verdad es que responder a esta pregunta no es una tarea fácil teniendo en cuenta que, dependiendo de cómo las mires, cada una funciona de forma diferente para momentos específicos.
En caso que desees tener un instrumento como método de pago cotidiano; dígase para comprar alimentos, pagar por una prenda de ropa o solicitar un servicio, sin duda alguna la de débito es la mejor opción.
Sin embargo, si lo que quieres es tener un instrumento bajo la manga, que te saque de apuros incluso cuando te has consumido el límite, la de crédito es la ganadora. Y es que de hecho, es posible solicitar un adelanto del límite de la tarjeta y luego pagarlo.
Como verás, cada una tiene sus propias ventajas y escenarios donde destacan más que la otra. Te recomendamos usar la de crédito solo cuando te encuentres en una buena posición financiera. Sin ningún tipo de deuda o préstamo, ya que estas deben cancelarse mensualmente.