Durante los últimos nueve meses gran parte del mundo ha vivido a base de planes de estímulo y rescates (tanto la Comisión Europea como el gobierno federal estadounidense han aprobado dos paquetes de estímulo tan grandes que harían palidecer al mítico Plan Marshall) a la espera de que el desarrollo de las vacunas diera lugar a la vuelta a la normalidad en un plazo de tiempo lo más corto posible. Pero la llegada de todo este dinero público tendrá consecuencias, ya sean en forma de inflación, aumento del peso del pago de la deuda en los presupuestos públicos o de forma indirecta ayudando a otros activos a aumentar su peso en la economía, como parece que está ocurriendo con las criptomonedas.
Refugio ante la (previsible) inflación de las monedas fiat
El dólar lleva varios meses perdiendo valor tanto en pares fuertes como en algunos pares exóticos del forex y esto está ocurriendo por varios motivos, algunos de los cuales son coincidentes con otras grandes y pequeñas monedas y otros son exclusivos de la moneda estadounidense, por ejemplo la FED está inundando de dólares el mercado, al igual que muchos otros bancos centrales, pero también China anunció en mayo que iba a dejar de utilizar el dólar en sus transacciones bursátiles, y el volumen de estas transacciones es realmente grande.
Ya que el dólar parece estar perdiendo parte de su atractivo como valor refugio, ¿podría este nicho ser copado en parte por bitcoin y otras criptomonedas? Sí, y no solo podría suceder en el futuro, sino que parece que ya está ocurriendo, ya que importantes fondos de inversión ya han aceptado algunas criptomonedas como cobertura frente a la crisis financiera que está gestándose. Eso sí, las criptomonedas continúan siendo activos extremadamente volátiles, con techos y suelos que pueden ser muy distantes entre sí, como ya se pudo comprobar en el año 2018.
Criptomonedas en operaciones apalancadas
Pero no solo funcionan como cobertura, ya que la especulación sin compra es una de las formas de operar con criptomonedas que se pueden encontrar hoy en día en internet, en forma de trading mediante CFDs con brókeres regulados por ejemplo (en la cual siempre se opera apalancado) al menos si se vive en un país cuya regulación permita las operaciones con CFDs para operadores no profesionales. En este caso el inversor no puede dejar de ser consciente del alto riesgo de especular, más aún si la posición se potencia mediante apalancamiento y tratándose de activos sobradamente volátiles.
La ventaja principal de operar en estos mercados no regulados es la flexibilidad para posicionarse en corto o en largo indistintamente siempre que se detecte un cambio en la tendencia del mercado, aunque se pueden producir movimientos en contra de la tendencia cortos y rápidos en cualquier momento, ya que operan actores muy grandes capaces de torcer la tendencia de forma momentánea, algo a lo que todo trader de criptomonedas deberá aprender a hacer frente.
Criptomonedas como salario
Con el lanzamiento de criptomonedas por grandes empresas como Facebook con su Diem (criptomoneda anteriormente conocida como Libra) se puede plantear la siguiente pregunta ¿se está cerca de que parte o todo el salario de los trabajadores se pague con criptomonedas, corporativas o no? Pagar con activos de la empresa (como con acciones) no es algo extraño como forma de incentivar al empleado con un bonus, así que es muy probable que en el futuro veamos cómo una parte de los salarios se da en criptomonedas en vez de en monedas fiat, además cada vez es más sencillo pagar directamente con las mismas, ya que muchas exchanges ofrecen tarjetas para tal fin. Para muchos usuarios podría ser más sencillo abrir una cuenta con Facebook, por ejemplo, que con un banco tradicional y utilizar su Diem para comprar y vender, según postulan desde la propia multinacional.
De momento lo usual es que las legislaciones laborales solo permitan el pago en monedas de curso legal (lógicamente, lo contrario provocaría una situación de indefensión grave para los trabajadores) y las criptomonedas no lo son, pero ya se han realizado algunos experimentos para el pago de salarios con criptomonedas como el famoso caso de Nueva Zelanda, aunque requerirá un esfuerzo regulatorio extra a los parlamentos nacionales e incluso supraestatales, ya que habría que actualizar multitud de leyes y estatutos.