En lo que va del año 2019 se han contado cerca de 430 mil usuarios que han sido víctimas de malwares financieros, los cuales tenían le objetivo de robar criptomonedas, dinero y servicios de paga, tal y como ha informado la compañía Kaspersky, experta en ciberseguridad.
En el comunicado que hizo la empresa de ciberseguridad se revelaba que el número de usuarios que eran afectados por este tipo de malware había aumentado hasta un 7% con respecto a la primera mitad del año 2018.
Se hizo énfasis en que cerca del 30.9% de las víctimas son usuarios corporativos, marcando que el porcentaje de este tipo de usuarios que son afectados se ha duplicado, ya que durante el mismo periodo del 2018 los usuarios de este tipo que fueron afectados fue de 15.3%, marcando un gran incremento.
De esta forma, Kaspersky también comentó que el malware financiero, normalmente conocidos como troyanos bancarios, son malwares que tienen el objetivo de robar datos financieros, criptomonedas y dinero, así como poder proporcionar a los atacantes acceso a los activos y a los equipos de los usuarios afectados o incluso de distintas organizaciones financieras que sean afectadas.
En el comunicado se agregó que dicho tipo de ataques tiene una posición muy elevada en cuanto al panorama actual de amenazas digitales, ya que el dinero y los activos son la primera motivación que impulsa a los ciberdelincuentes a realizar ataques.
Los datos que ha revelado Kaspersky indican que este tipo de malwares siguen siendo muy activos y representan una amenaza real y constante que es realmente peligrosa, sobre todo dentro de los entornos corporativos, ya que la gran mayoría de las redes se pueden sostener por medio de distintos dispositivos conectados, por lo que, si un equipo de la red se ve afectado, todos los equipos conectados a la red están comprometidos, pudiendo poner en riesgo a toda la organización.
Normalmente los blancos principales son páginas de phishing y correos electrónicos de spam, por lo que se recomienda tener especial cuidado con el tipo de correos electrónicos revisados y los sitios a los que se ingresa, ya que estos sitios destacan por ser muy parecidos a la versión original, sirviendo como engaño para que el usuario comparta sus datos.
