Poner una franquicia puede ser la mejor decisión financiera que tomen muchas personas, ya que estas, en muchas ocasiones, son una forma bastante llamativa de empezar un negocio sin la necesidad de empezarlo desde cero, ya que se utilizan varios elementos de la franquicia, los cuales explicaremos a lo largo de este artículo.
Las franquicias son consideradas como un negocio en el que una empresa (franquiciante o franquiciador) le cede a otra empresa o persona (franquiciatario o franquiciado) el derecho a utilizar y explotar su sistema de negocio a cambio de una contraprestación o comisión económica.
La contraprestación del franquiciador suele cobrarse en una cuota inicial y después en regalías por el uso de la marca y de todo su sistema de negocio. En la cuota inicial se cobra cierta cantidad de dinero para que el franquiciado pueda hacerse con el permiso para poder usar dicho modelo de negocio; mientras que las regalías son una tarifa que se debe pagar cada mes por el permiso de usar la franquicia.
Por ejemplo, estás interesado en algunas franquicias educativas para poner un lugar en el que los niños puedan aprender divirtiéndose. Ves que hay una marca prestigiosa y quieres poner tu negocio utilizando dicha marca. Para hacerlo se firma un contrato en el que la franquicia se encarga de facilitarte su marca, sus proveedores, su logística, estándares, etc., y tú debes pagar una cuota inicial y regalías por un 20% de los ingresos mensuales adquiridos.
El caso anterior es solo un ejemplo, así que no refleja las regalías que se cobra en todas las franquicias.
¿Qué tipos de franquicias existen?
Como ejemplo ya mencioné a las franquicias educativas, pero hay distintos tipos de franquicias en los que puedes estar interesado:
- Franquicias comerciales: en ese tipo de franquicias se les cede a los franquiciados los elementos que se necesitan para la venta de producto o servicios. Se trata de un modelo muy extendido que permite replicar un negocio que tenga éxito comprobado.
- Franquicias financieras: este tipo de franquicias son muy nuevas y en ellas se ofrece un servicio de intermediación para poder obtener créditos diferentes, como puede ser el caso de créditos personales, de empresas, hipotecarios, etc.
- Franquicias de distribución: aquí el franquiciador revende los productos que son fabricados por los franquiciados. Generalmente también usa la red del franquiciador para realizar la distribución.
- Franquicias de producción: el franquiciador se encarga de fabricar los productos y el franquiciado de venderos. Normalmente este tipo de franquicias se hacen acompañadas de un contrato de exclusividad, en el que solo se pueden vender los productos del franquiciador.
- Franquicias industriales: el franquiciador cede su saber hacer (know how), el derecho de fabricación, comercialización, procedimientos, gestión y marca.
- Franquicias de servicio: este tipo de franquicias tienen el objetivo de prestar un servicio especializado, por lo que también tiene una gran importancia su “saber cómo”. En este caso, el franquiciador ofrece y exige una forma específica de prestar el servicio.
Conclusión
Las franquicias son una buena forma de ganar dinero con un negocio que ya ha probado tener éxito. En caso de que tú quieras comprar una franquicia, te encontrarás con una gran cantidad de ventajas para comenzar un negocio.
Por otro lado, si tú tienes un negocio o empresa exitoso, puedes producir beneficios extra creando una franquiciando tu empresa.
Siempre se recomienda innovar y crear algo nuevo, pero lo cierto es que no todas las personas desean hacerlo y realmente no siempre es necesario para tener éxito, ya que hay muchas ideas y negocios existentes que se pueden explotar para obtener buenas ganancias. Las franquicias son una buena forma de alcanzar la independencia económica.